Cuando se trata de nuevas tecnologías, los llamados vídeos prácticos se han vuelto indispensables. Pero cuando se trata de la tecnología del mañana, el tacto ya no es una necesidad. Ya en octubre de 2015, el nuevo BMW Serie 7 G11 llevará a la producción en serie una nueva forma de control del vehículo, del que pudimos tener una breve impresión en el evento BMW Connected Everything.
Nuestro vídeo muestra el nuevo control gestual de BMW en una maqueta del habitáculo que combina una versión replanteada del nuevo sistema BMW iDrive con el diseño del F01 saliente. La pantalla central de infoentretenimiento está diseñada como una pantalla táctil por primera vez en un BMW y no sólo permite el control habitual por voz o mando iDrive, sino que también permite tocar intuitivamente la pantalla como en un smartphone o una tableta.
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Sin embargo, lo más destacado y, por tanto, el tema de nuestro vídeo es el control por gestos, en el que los movimientos de la mano en el espacio libre delante de la pantalla son reconocidos y evaluados por una cámara. La cámara montada en la zona de la luz interior reconoce varios gestos y permite así controlar determinadas funciones sin distracciones.
La posibilidad de controlar el volumen con un movimiento giratorio de un dedo ya se ha presentado en detalle. Si giras el dedo hacia la derecha, el sistema de audio sube de volumen, un giro hacia la izquierda lo reduce. Para evitar entradas involuntarias, el sistema sólo reacciona tras un giro de tres cuartos con el dedo alrededor del centro imaginario del control de volumen virtual.
Otra función sólo se activa cuando se recibe una llamada a través de un teléfono emparejado. En cuanto aparece la indicación correspondiente en la pantalla, la llamada puede aceptarse o rechazarse con un movimiento de la mano. Para aceptarla, también basta con dar un golpecito con el dedo índice en la dirección aproximada de la pantalla; el sistema también interpreta este movimiento como un deseo de aceptar la llamada telefónica.
Como tercer gesto, el conductor -o también el acompañante- puede señalar la pantalla con dos dedos abiertos y activar así una función programable libremente, por ejemplo, la navegación a una dirección utilizada habitualmente, llamar a un número concreto o acceder a un menú especial de iDrive, como los últimos destinos del sistema de navegación. De este modo, las funciones que se utilizan con especial frecuencia pueden activarse con gran comodidad.
En nuestra prueba previa, el control por gestos de BMW ya funcionaba a la perfección y reconocía con fiabilidad los gestos realizados. Los comandos incorrectos o involuntarios son muy poco probables porque, por ejemplo, el gesto de deslizar el dedo para responder o descolgar una llamada telefónica, que también es concebible en conversaciones con el pasajero delantero, sólo desencadena una reacción de iDrive si realmente se recibe una llamada telefónica. Las funciones de funcionamiento permanente con el dedo giratorio o el movimiento con los dedos extendidos hacia la pantalla tienen pocas probabilidades de ser utilizadas involuntariamente.