Honda Crossrunner: un cóctel espumoso

Cuando apareció por primera vez, el Crossrunner sorprendió a todos y pocos creían que se fabricaría en serie. Pero ya está aquí, aunque nadie pueda encajarla en un nicho. La originalidad de esta máquina la convierte en una nueva categoría: un carenado delantero envolvente con un diseño que recuerda al de una supermotard, pero un asiento menos alto y una parte trasera de roadster con una llanta de un solo radio que deja ver una bonita llanta de palos, desgraciadamente oculta en parte por el silenciador…

Para complicar aún más la cuestión, nos encontramos con un extraño manillar en forma de V: una primicia para nosotros, pero mira las fotos, comprenderás que encontrar las palabras adecuadas al respecto es difícil. Sin duda, el aspecto destaca, pero ¿complacerá? Podrías compararla con una Buell Ulysse en el sentido trail-roadster, pero esa es una pregunta muy subjetiva que sólo tú puedes responder.

¿Por qué buscar en otra parte lo que ya tienes en casa? Eso es probablemente lo que pensaron los ingenieros de Honda cuando eligieron el motor. Así, el V4 que propulsaba la VFR 800 vuelve al servicio de la Crossrunner. En esta versión, desarrolla 102 CV a 10.000 rpm y mantiene su sistema V-Tec que le confiere un carácter bastante especial para un 4 cilindros. Su sonido también es especial, pero se abusa rápidamente de él. Si estás acostumbrado a una 4 tiempos clásica, la Crossrunner puede sorprenderte: hueca por debajo de 3500 rpm, cobra vida agradablemente hasta 6500 rpm cuando su sistema V-Tec entra en acción, liberando el funcionamiento de las 4 válvulas por cilindro (en lugar de las 2 inferiores), permitiendo a partir de entonces aceleraciones francas. No esperes encontrar las prestaciones de la VFR, ha sido rediseñada para ser más flexible y está limitada electrónicamente a 205 km/h, según nuestro contacto Honda.

El corazón de la Crossrunner sigue siendo como su aspecto, una mezcla inteligente de ser un poco demasiado hueco en la parte inferior, suave en el medio y picante al final para un conjunto agradable. Afortunadamente, está bien apoyado por una caja de cambios suave y precisa que se utilizará con frecuencia. Será imposible adelantar a 50 km/h en 6ª marcha como algunos bicilíndricos.

Por último, para calmar tus nervios, los frenos delanteros y traseros están combinados y se benefician del ABS. Todo el sistema funciona bien, incluso con lluvia, y te da confianza enseguida.

El cóctel realmente cobra todo su sentido cuando te sientas en la Crossrunner. El asiento de 816 mm y el divertido manillar hacen que esta moto sea sorprendentemente ágil. Casi sientes que puedes girar por ti mismo, a pesar de sus 240 kg de peso.

La Honda responde a las yemas de los dedos, toma las curvas sin inmutarse y oscila de un lado a otro sin demasiado esfuerzo. Mejor aún, su lado trail con una horquilla delantera de 43mm ajustable en precarga y sobre todo un recorrido de 165mm (145mm para la trasera, ajustable en precarga y rebote) borra fácilmente los defectos de la carretera. Este comportamiento tan sano y tranquilizador te parecerá muy natural, como si llevaras años montándola, pero la Crossrunner guarda un lado juguetón que debería gustar a muchos.

Una vez que has aprendido cómo funciona el V-Tec, puedes disfrutar de la conducción. Las piernas están bien flexionadas como en un roadster deportivo, la parte superior del cuerpo está recta y el manillar cae de forma natural en tus manos (sólo el botón del claxon es prominente y corres el riesgo de activarlo por error). La posición puede parecer sorprendente al principio, pero se aprecia rápidamente, sea cual sea la ruta: autopistas o pequeñas carreteras, incluso los senderos no asustan a la Crossrunner. Sigue siendo cómoda y manejable y tendrás que insistir mucho para que dudes de sus capacidades.

El salpicadero parece flotar detrás de la miniburbuja, dejando un gran hueco alrededor del manillar. Si es bien legible, podemos reprocharle algunos puntos: la ausencia de marcha engranada (sí, está de moda y podemos prescindir de ella) pero sobre todo la obligación de elegir los elementos visualizados. Por ejemplo, el trayecto y el consumo de combustible no aparecen al mismo tiempo porque sólo se pueden cambiar dos lugares en la pantalla, lo que es una pena, ya que hay espacio suficiente para colocar más. Como ya lamentamos en la CBR 600 F, el tacómetro es poco legible y todo desaparece detrás de una cortina de gotas, salvo la velocidad, si llueve un poco fuerte… Hablando de su apetito, la Crossrunner necesita menos de 6 litros y con 21,5 litros de depósito, la autonomía es más que razonable.

Además, este carenado desarrollado en el túnel de viento protege bastante bien al piloto hasta unos buenos 130 km/h y también permite llevar aire fresco al radiador lateral (¿te has fijado?). Sin embargo, bajo la lluvia, el asiento trasero y tu mochila quedarán cubiertos de barro (las carreteras no suelen estar limpias). Así que tendrás que buscar un limpia-ruedas para remediarlo. ¿Buscas motos de ocasión? En Crestanevada tienes las mejores motos de segunda mano del mercado.