Triumph Speed Triple

La cita se da con el propietario de la Speed Triple 1050 2k5 a las 13 horas en el concesionario de motos segunda mano Crestanevada. Nada más llegar, me llama la atención el brillo de la pintura dorada de la Speed. Inmediatamente tengo la sensación de que debe darlo todo. Sigue teniendo el mismo aspecto con sus faros dobles pero con una silueta completamente rediseñada para darle un aspecto muy acertado. El brazo único le da un aspecto sorprendentemente limpio. Los dos silenciadores bajo el asiento confirman el aspecto compacto del modelo.

Hablo con el propietario para ver si está contento con ella. Confirma que el motor es un auténtico placer, el chasis es muy sólido… sería perfecto si no fuera por la palanca de freno delantera, que bombea demasiado para su gusto.

El asiento parece estar ligeramente más alto que en mi Suzuki, lo que no me disgusta. Así que, presionemos la palanca del embrague, pongamos la primera marcha y ¡vamos! La posición es bastante recta, siento que estoy en una silla y que me han atado al respaldo. Paradójicamente, siento que me sumerjo en la rueda delantera, como si el ángulo de dirección fuera casi inexistente. Es un poco inquietante al principio y entro en las primeras curvas con mucha precaución.

Poco a poco te acostumbras a esta posición y te das cuenta de que esta máquina es impresionantemente manejable. El chasis muy rígido la hace muy precisa, el más mínimo toque del manillar hace oscilar la moto de lado a lado. El manillar es más ancho que en la SV y estoy empezando a aprender a conducir la moto.

La carretera vuelve a ser recta y noto que no he superado las 4000 rpm. Estoy en tercera y doy un ligero empujón a la manivela, la aguja sube y la caballería inglesa asoma la cabeza. El dócil juguete se convierte en un arma de guerra. A 7000 rpm, en un abrir y cerrar de ojos, el paisaje pasa a toda velocidad… sigue subiendo y empieza a tirar en serio de los brazos. Las curvas empiezan a aparecer de nuevo, sólo tengo que cortar el acelerador y el freno motor me devuelve a una velocidad óptima. Un ligero desplazamiento de la pelvis y un empujón de la mano izquierda son suficientes para que se sumerja tranquilamente. En resumen, no hay nada malo en esta moto, el motor es simplemente increíble. Llevo oyendo hablar de las ventajas del motor de tres cilindros desde que era motero y por fin puedo confirmar que es la bomba. Pero sin control, la potencia no es nada: la horquilla, el cuadro, el amortiguador trasero, todo está en armonía para que esta pequeña bomba haga felices a todos.